Ed. Ayuso, Madrid | 1976 | textos
Para enviar una referencia de esta información, adjunte un correo electrónico.
Col. Libros Hiperión nº 12, 62 págs. 13 x 20 cm. (portada naranja; Diseño gráfico: Equipo 109).Otra edición, idéntica en texto, que difiere sólo en la portada, Madrid, I. Peralta Ediciones & Editorial Ayuso, Libros Hiperión nº 12, 62 págs. 13 x 20,5 cm. (20,5 escasos). (Portada roja y amarilla -colores de la bandera de España; Diseño gráfico: Equipo 109).
[n LUIS El Mula] tenía
—ay Pedro Romero—
una cabeza diminuta y larga
sobre unos hombros inacabables
como un higo de tuna encima de una cómoda.
[n Luis El Mula] peleó en el mar
a brazo limpio con una corvina
de un metro y más. El pez estaba enfermo
o aturdido. Lo avizoramos
lejos, desde la playa. Luis corrió
al mar y media hora después, sangrientamente
arañado, feliz, algo mordido,
volvió con su corvina a las espaldas
(la cola le arrastraba por la arena).
[n Luis EL Mula] me defendió, y a Antonio
Lloret, contra ocho o diez en la Lonja Chica.
Lo estábamos pasando fatal cuando escuchamos
el cloc-cloc de sus botos de madera
y en seguida el chocar de tres o cuatro
cabezas empujadas fácil, graciosamente por
un solo manotazo de Luis.
Las cajas de 100 kilos volaban por el aire.
[n Luis El Mula], también en el Muelle
Pesquero, boxeó un día de broma
con Hinestrosa —ay Pedro Romero—,
profesional muy fino que lo echó
al suelo casi antes de empezar.
Contra los adoquines y la nieve salada
daba susto la cara de Luis que ni se lo creía.
Hinestrosa huyó a todo correr.
«¡No corras, cabrón, ven p'acá!»,
voceaba Luis doblando con las manos
una tira de hierro entre
divertido y lloroso, «¡no corras!».
[n Luis El Mula] en Jerez de la Frontera
(a 50 kms entonces)
y cuando peor andaban las postbélicas hambres
tuvo una amiga rica. El mayordomo
le ponía un pollo por la mañana
y Luis se lo comía en la cama
y otrosí sendos pollos
de almuerzo y cena: en diez o doce días
se comió el gallinero y volvió a Cádiz.
[n Luis El Mula] fue amigo de uno
y quien me presentó a Eduarda,
esbelta rubita calentísima,
quien me ayudó a limpiar cajas y cajas de cabezas
de merluza y a aprovechar cachetes y cocochas,
quien me daba tabaco algunas veces.
[n Luis El Muía] tenía
cinco ternos, siete corbatas
y una chaqueta espó.
[n Pero Luis El Mula] se aburría, se aburría y se fue.
[n Pero Luis El Mula] murió en el puente de Brookiyn, Nueva York,
tiroteado por la policía.
Descubre los lugares que han marcado el recorrido vital de Fernando Quiñones
Plaza Mayor, 7 (Casa Briones) | 11130 Chiclana de la Frontera (Cádiz)
teléfono (+34) 956 40 38 14 ··· fax (+34) 956 40 74 72 ··· mail info@fundacionfq.com
newsletter ··· RSS ··· aviso legal ··· privacidad ··· accesibilidad (wai) ··· validación XHTML/CSS ··· diseño web crealia ··· intranet